Compuestos inorgánicos y orgánicos.
A principios del siglo XIX se reconoció que los compuestos del carbono eran la base fundamental de los fenómenos vitales e animales y vegetales. Se pensaba por entonces que los compuestos que formaban los seres vivientes sólo se podía producir mediante la acción de una fuerza vital, a diferencia de los compuestos minerales, que podían ser obtenidos en laboratorios. De esta manera, la química quedó dividida en dos grandes ramas: orgánica e inorgánica.
Pero en el año 1828, el química alemán Wöler logró la síntesis de un compuesto orgánico, la urea, a partir de otro inorgánico, con lo cual la hipótesis de una fuerza vital quedaba totalmente desvirtuada.
A pesar de la división en estas dos ramas, se reconoció con claridad que la química constituye una unidad, ya que los compuestos orgánicos responden a las mismas leyes y principios que los inorgánicos. En la actualidad, la química orgánica estudia los compuestos que contienen carbono, con muy pocas excepciones (dióxido de carbono, carbonatos).
La cantidad de compuestos orgánicos sintetizados es tan grande que se conocen mas de dos millones de estructuras, y su número aumenta día a día. El entusiasmo de los químicos por la síntesis orgánica (obtención en laboratorio) no sólo se limitó a reproducir las sustancias encontradas en la naturaleza, sino que posibilitó la creación de nuevos compuestos, útiles en el campo industrial y biológico. Es por esto que la química orgánica reviste gran importancia.
Uno de los primeros logros de la síntesis orgánica fue la obtención de colorantes artificiales, que han eliminado por completo a los naturales abaratando su costo.
En el campo industrial resulta imponente la cantidad de productos sintéticos conocidos: sólo basta mencionar algunos, tales como fibras sintéticas (nailon y dacron), materias plásticas, resinas, caucho, detergentes, pinturas, barnices, explosivos y carburantes.
También en el dominio biológico la síntesis orgánica ha permitido elaborar sustancias de estructura compleja, usadas como sueros, vacunas antibióticos, vitaminas y gran cantidad de otros medicamentos de aplicación en la agricultura.
Para apreciar las dimensiones del dominio de la química orgánica basta recordar que los alimentos, combustibles, vestidos y medicinas son de origen orgánico
El análisis de los compuestos orgánicos revela que los elementos fundamentales que los componen son: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, aunque también pueden intervenir en pequeñas proporciones otros elementos como azufre, fósforo, halógenos (flúor, cloro, bromo, yodo) y algunos metales (hierro, magnesio, cobalto, cinc).
Son, por lo tanto muy pocos los elementos que integran las sustancias orgánicas, si se los compara con la gran cantidad que forman parte de las inorgánicas. No obstante el reducido número de elementos, la variedad extraordinaria de sustancias orgánicas no sólo puede explicarse por la ubicación excepcional del carbono en la clasificación periódica, sino además por la propiedad que tiene ese elemento de combinarse consigo mismo formando cadenas de ciclos carbonados que constituye el " esqueleto de las estructuras orgánicas.
Diferencias entre compuestos inorgánicos y orgánicos |